Siguiendo al viento

martes, julio 17, 2007

Mes en viajes

Pues hoy me voy denuevo al sur, ahora a Pucón y de domingo pa lunes me fui a Santo Domingo. Fue mi primer viaje en auto sola fuera de Santiago. Me desperté a eso de las 8, arreglé las cosas, le di comida a los perros y partí. El día alla estaba precioso, despejado y sin viento. Apenas llegué y acomodé todo me fue a caminar a la playa. Como siempre, fui a las rocas, pero como estaba tan rico el día me dieron ganas de caminar descalza por la arena y hasta me mojé los pies. Después volví a prepararme almuerzo y ver el partido de la sub 20, que no podría haber sido mejor. El partido fue entretenido, rápido, de ida y vuelta y el final inpensado. Feliz tras esa victoria salí a dar mi segudno paseo, ahora a ver el atardecer. La puesta de sol la vi en las rocas, donde siemrep encuentro que se ve más bonita, esque el mar me aprece mucho más hermoso con rocas :) De ahí cmaine porque la playa hasta que se oscureció y luego caminé por el balneario bajo la noche. Fui a una plaza donde a columpiarme un poco, trepé a unos juegos para ver las luces de San Antonio y volví a casa.
El jueves recién pasado habái terminado el curso de los chacras con la kinesióloga y nos entregó un cd con las canciones adecuadas apra activa ry relahjajr cada uno de los chacras. El sábado lo había escuchado y sentí como surgían efecto. Pero cuando vol´vi a la casa el domingo, hice por primera vez los ejercicios con la música del cd. Tras eso, quedé lista para la cama, asique aunque era temprano, le hice caso a mi cuerpo y me fui a dormir. Como era de esperarse, me desperté muuuuy temprano, cuando aún estaba oscuro. Me hice reiki y a eos de las 8, cuando ya habái empezado a aclarar me levante. Al contrario del día anterior ahora estaba nublado y llovisnaba. Desidí que era mejor volver a santiago temprnao y ahorrarme cualquie taco. Asique arreglé las cosas, ordené la casa y partí de vuelta a Santiago.
Como llegué temprnao decidí ir a ver Harry Potter y la orden del Fenix a las 14:30, hora donde no hay tanta gente, pues muchos están almorzando. Es primera vez que voy sola al cine, algo que hace tiempo tneía pendiente y que Harry finalmente logró. Tenía desconfianza de la película, después de lo mala que encontré la cuarta, pero quería verla igual. Pues he descubierto que definitivamente soy fan de esta saga, cosa extraña en mi que no le tengo muy buena a estos movimientos masivos donde creo la gente más que nada se construye identidad. No voy a ir a pararme horas en una fila, ni disfrazarme ni unirme a un club ni nada de eso, siguen causandome repulsión esas actitudes de fanatismo, pero si me lo concidero un muy buen libro por el que al autora se ha ganado mi respeto. Soy fan al punto que prefería fui sola a ver la pelicula.
Me llevé una grata sorpresa, pues no fue el desastre que yo me temía. Tenía el tiempo como enemigo, que podía conducir al simplismo en elq ue segpun mi putno de vsita calló la cuarta película. Despues de todo este libro tiene casi 800 páginas y no es descriptivo, es decir, sucedían muchas cosas. Sin embargo, no calleron en el simplismo y supieron omitir las cosa que en verdad no afectaban el contenido general de la historia. Unieron partes y modificaorn otras, todo para no dejar nada importante afuera. Se nota, eso si, la pelea contra el tiempo y es pore so que no podría calificar a la película c0mo excelente, pero si como buena. Avanza a un ritmo acelerado y no logra profundizar demaciado; admeás creo que hay cosas que quienes no han leido el libro difícilmente podrán entenderlas, pues no son explicadas dentro de la película. Creo que era un enorme desafío y el no haber querido caer en el simplismo una apuesta super riesgosa que vale la pena destacar.
Hoy ha sido día de trámites, de ir al doctor, de ir de aquí para allá y he andado energizada y feliz. Parece que el descanzo de Santo Domingo después de el viaje a Niebla logró el equilibro perfecto. me siento bien, quizas como nunca, siento que por fin, logré mi estabilidad. Me voy al sur, el próximo lunes vuelvo a Santiago, para irme el viernes de nuevo a Puerto Velero (yo que creí que ya me había despedido de ese lugar). Del norte volveré el lunes 30 de Julio, justo antes de que termine el mes. No es coincidencia que ahora me sienta bien, si la verdad es que me gusta viajar.

sábado, julio 14, 2007

Ausencia

Lejos

y Yo

sentimos la ausencia, el vacío

el espacio en la cama, en el cuerpo.

Las caricias se deshacen en el aire

Los besos se pierden,

no llegan

La distancia es infranqueable.

Meses que parecen años

días eternos

noches de soledad

Añorando

El encuentro, re-encuentro.

Los labios rozando la piel

Las manos recorriendo los cuerpos

Las piernas entrelazadas

Tu respiración y la mía

unidas.

Lejos

y Yo

sentimos la ausencia

las caricias que se disuelven en el espacio vacío

los besos que no llegan

la distancia infranqueable.

miércoles, julio 11, 2007

En Niebla

En este mes, Santiago es sólo un lugar de paso. Tras ir al norte el viernes 6 partí a Valdivia. Llegué en la noche allá para encontrarme con la Taty, amiga del colegio que estudia allá. En realidad, vive en Niebla, que es un pueblito al borde del mar y a las fladas de los cerros que está a media hora en micro de la ciudad. Vive con la Caty en una pequeña casa de madera incrustrada en el cerro, rodeada de vegetación y con vista al mar, la cual sólo vi al amanecer, antes de acostarnos.Sí, nos acostamos pasado las 8 de la mañana. Nos quedamos cantando, tocando guitarra, bailando, escuchando música conversando y tomando algo, hasta esa hora. Fue algo piola, solo eramos 6 personas: las 2 dueñas de casa, Jurguen (biólogo marino de concepción), Juvi (biologa marina de Iquique), Manolito (agrónomo al igual que la Taty) y yo. A ratos sólo observada sorprendida de lo relajado del ambiente. Así empesó mi estadía en ese lugar.Caty y Manolito

El sábado comenzó a eso de las 11:30, hora en que salimos la Taty y yo con un termo, mate y una manta a comprar sopaipillas para bajar con todo ello a la playa a tomar desayuno allí. Nos subimos a unas rocas y nos sentmaso allí a mirar el mar y conversar.
Al rato nos bajamos y empezamsoa caminar para el otro lado de la playa. En el camino nos encontramos con la Juvi. Llegamos al lugar donde ya no se puede seguir porque el mar había creado un orificio en las rocas, proque donde entraba el agua, llegando hasta el cerro. Pero lado había una pequeña cuevita, producida también por el agua, donde nos sentamos protegiendonos del viento.
El cielo estaba completamente despejado. Fui a la ciudad donde más llueve en Chile y me tocaron sólo días despejados, claro que en la noche hacía mucho frío y amanecía todo congelado.
Después de la mañana en la playa partimos a Valdivia. La Juvi tenía cumpleaños el lunes y lo celebraría el domingo con una fiesta de disfraces y buen curanto al disco. Asique fuimos a hacer las compras para el festejo. Volvimos a dejar las cosas a Niebla, tras comer algo y partimos denuevo a Valdivia ahora a una tocata. Era el lansamiento del grupo en que participan 2 compañeros de casa de la Juvi. Como ellos viven en Nieble toda la comunidad joven del pueblito hiba al evento. Era un pub de combre "clandestino", donde hayq ue tocar la puerta para entrar, pues simula todo el ambiente de clandestinidad, aunque en verdad no lo es. Después de la tocata seguía el carrete, del cual nos retiramos a eso de las 6 de la mañana. En algún minuto entremedio, la Juvi me acompañó a la costanera a subirme a un arbol. Arriba de uno grande que nsoa gautnaba a las dos estuvimos un rato conversando y mirnado la luna. Parecía que conociera de toda al vida a esa chica que apenas había visto por primera vez hace un poco más de 24 horas. Nunca me había pasado que me hicera de una buena amiga tan rápido. Ojalá sigamos en contacto. Ella está postulando para irse el próximo año a hacer un posgrado a México y yo me voy a USA, quien sabe si nos volveremos a ver. Cuando llegamos a Niebla la Taty se encontró con unos amigos en la calle, frente a su casa yse quedó hueviando con ellos. Yo tenái mucho frío asique me fui a acostar. Al día siguiente hiríamos temprano a Los Molinos a comprar mariscos para el curanto, pue sla celebración empezaba a eso de las 5 de la tarde, pensando que era domingo. La Taty estaba muy muerta como para levantarse, asique yo acompañe a la Juvi. Nos fuimos caminando por el camino y nos volvimos por la playa.
Playa de los enamorados, por la cual hayq ue apsar para llegar a Los Molinos

Los Molinos es el pueblo de al lado. Cuando nosostras hibamos saliendo la Caty, Yurguen y la Rosi venían llegando de ir a comprar mariscos. Rosi es una señora amiga de la Caty que recién había llegado esa semana a Valdivia a trabajar como nana en una casa y era su primer fin de semana libre asique habí ido a ver a las chiquillas. Asi fue como a nuestra vuelta nos esperaba el mariscal listo. Comimos algo y partimos a la casa de la Juvi a arreglar las cosas y disfrasarnos.vista desde el patio de la casa de la Juvi al Fuerte, al ponerse el sol.

Habíamos comprando pintura artística, lo cual fue la sensación. Al final todos terminaron pintados. Después de que todos ayudaramsoa cocinar y de pitnar a varias personas, vi el aprtido de la sub 20, junto con un pequeño grupo. Terminó el partido y ya estaba el primer curanto listo. Con todos en el quincho comezó la música. Guitarra, tambores e instrumentos de viento. La música llenaba el pequeño resinto, lleno de gente disfrazada, con la cara pintada y con ánimos de fiesta. Ya había caido la noche y el cielo estaba estrellado. Comenzamos a bailar la ritmo de los tambores, sentía la música y la energía me hiba llenando. En mi cabesa se armaban coreografías artísticas. Me dejé llevar, sólo sentí y baile. Cuando los músicos se cansaron, vino música embasada y seguimos bailandos. Creo que nunca había bailado tanto y nunca había disfrutado tanto el baile. En un minuto miré a la gente y pensé que hasta el viernes a la única persona de allí que conocía era a la Taty. Recién allí me percaté de toda la gente que habaí conocido ese fin de semana e increiblememnte, me sentía tan comoda entre toda esa gente, como si estuviera dodne realmente pertenesco. Esque toda esa gente me acogió desde el primer minuto. Sin saber nada de mi, más que era amiga de la Taty, me abrieron los brasos.
Argentino Malabarista y payaso vecino de Juvi (cuyo nombre no recuerdo), Juvi, Vane y abajo Manolito

A eso de las 3 de la mañana, me cansé de bailar y me fui a dormir.
Al día siguiente fuimos la Juvi, la Taty y yo a Curiñanco a hacer el último curanto. esperando el bus que nos llevaráia Curiñanco

La playa era hermosa y estaab desierta. Acomodamos unas piedras y unos palos, hicimos un hoyo en la arena, buscamos palitos y pajitas e hicimos una fogatita donde cocinamos nuestra comida. Nos tiramos al rededor del fuego mientras el curante se hacía y conversamos mirando el paisaje. Después de comer, desarmamos todo y partimos de vuelta a Niebla, donde me tomé mi último tesito cafesito mirnado el mar, arreglé mis cosas y partía tomar el bus a Valdivia. La Taty y la Juvi me fueron a dejar, allá nos encontramos con Manolito. Me despedí y me subí al bus sintiendo nervios. ¿Qué pasaría ahora al volver a Santiago? Fue un viaje muy corto, pero tan intenso, que algo en mi cambió. El bus partió. Saqué el celular para llamar a mi mamá y decirle que hiba saliendo. Mi madre contestó, miré por la ventana y en la esquina estaban los tres chicos haciéndome señas. Les hice señas de vuelta riéndome hasta que el bus sigió y los dejé de ver. Mi madre entretando me pregutnaba que pasaba, "nada" le dije "esque me estaban haciendo señas de despedida" y de ahí le dijo aquello para lo cual la había llamado. Cuano corté el teléfono ya habáimso salido de Valdivia. Ya hiba de vuelta a Santiago.

miércoles, julio 04, 2007

El descanso de la gran ciudad

Fue fin de semana largo, asique nos fuimos a Puerto Velero. Ese "nos" incluye a msi apdres mis hermanos, la Paty (la polola de mi hermano) y yo. Mi última visita al balneario antes de irme a Estados Unidos denuevo. Así comeinzan los "últimos" de esta vez, a un poco menos de 2 meses de partida. Salimos de santiago el viernes en la noche, por loq ue llegamso como a las 3 de la madrugada al condominio. Comprenderán que como nos dormimos a eso de las 4 de la mañana, al otro día nos levantamos como a las 12. Como estaba nublado, el mar estaba tranquilo asique salimsoa andara en wakeboard. También fue mi últiam vez para este deporte antes de irme a USA. El agua estaba congelada, tanto que al principio los músculos y las articulaciones no me respondía del todo. Después de un rato mi cuerpo se acostumbró y pude empezar a hacer cosas. El domingo ya no sentí tanto frío asique la salidad fue más fructífera y logré cachar la tecnica para saltar. Ambos días des pués de la navegaciópn nos fuimos a la Hacienda Santa Cristina a comer lo que fueron almuerzo onces comidas, todo en uno. El primer día, se oscureció mientras comíamos, asique luegos alimos a caminar por la asienda de noche. Claro que yo preferí caminar por los muros. No hay caso, me gusta subirme a las paredes, los árboles y los techos y mirar desde arriba. He aquí los únicos testimonios digitales que tengo de este fin de semana:



Cuando volvimos a Puerto Velero salí a caminar de noche por el condominio. No andaba nadie más. Aprovechando la tranquilidad, solté mis sentidos. Sentía todo lo que me rodeaba: el aire, la arena, las rocas, la luz. Escuchaba cada sonido que había: el ruido del mar, el que producía yo al caminar por la arena, el que producía la brisa al rosar con migo y con el resto de lo que había en el lugar, los sonidos de algunos animlaes o insectos, el ruido que producían algunas personas desde sus departamentos. Observé cada pequeño detalle y dejé volar mi imaginación. Cada roca, cada planta, cada nube se transformaba en algún ser animado y se me ocurría mil y uan historias a la vez. Fue increible, aunque agobiante. Es que hay demaciadas cosas que nos rodean. Gracias a esa noche entendí, que no se puede tener siempre todos los sentidos abiertos, porque si te detienes en todo lo que hay al rrededor, no puedes hacer nada más. Sin embargo, es bueno hacerlo de vez en cuando, para no olvidar lo maravilloso que es el mundo.
Al día siguiente tuvimos un itinerario parecido, sólo que el domingo eran los partidos de las selecciones Chilenas. El partido de la adulta lo vimos en la Haciendo, gracias a que Sergio (el moso que nos atendía en el chiringo y ahora acá) arregló todo para poner un televisor en el comedor y reservarnos una mesa frente a la tele. Claro que ese partido fue desastro, pero de ahí salimsoa andar a caballo, una buena terapia de reanimación. Mientras cabalgábamos se puso el sol, asique vi al sol esconderse entre los cerros, los ábroles y los arbustos mientras cabalgaba por las lomas entremdio de los camposos. Ademas nos devolvimos cuando ya estaba oscuro y andar a cabollo de noche es precioso. Desde la vez que subimos la cordillera a caballo que no lo hacía. A la vuelta a Puerto Velero vimos el partido de la sub 20 y la terapia terminó con un completo éxito. Para cerrar el día, terminé el quinto libro de Harry Potter antes de dormirme. Asique ya estoy en el sexto y por primera vez podré ver uan de las películas habiéndome leido antes el libro, veremos que resulta de eso.
El lunes debíamos emprender la vuelta y nunca había sentido tan fuerte el deseo de no volver a Santiago. La verdad es que en las emana habái pesnado que si no nos fueramso a Puerto Velero yo habría salido igual a algún lado, esque el smog que había me deprimía. El Leo me llamó justo antes de que saliérmaos rumbo a la ciudad, lo cual me animó un poquito. Igual, preferí irme sola en el asiento que estaab en tercera corrida, doden normalmetne va mi hermana, porque andaba en ánimo mas bein reflexivo. Allí pensé lo de la imposibilidad de tener los sentidos completamente abiertos todo el tiempo. Después me puse el discman y como cuando era chica, canté sin importar que el resto me escuchara (claro que por respeto al resto, no cantaba fuerte). Derrepente vi que mi padre se deviaba y nos detuvimos donde un artesano de cuero a quien mis padres conocían de hac eun tiempo ya y le han comprado varios muebles. Me compraron una cartera y mi madre también se compró una. Se hiba comprar una concha además, pero el artesano se la regalo y después la esposa me regaló una a mi. No me esperaba ese pequeño gesto y me sorprendió tanto que con ello me terminé de animar. Es increible como pequeños gestos de cariño o amabilidad de las personas pueden producir tal efecto.