Siguiendo al viento

miércoles, julio 11, 2007

En Niebla

En este mes, Santiago es sólo un lugar de paso. Tras ir al norte el viernes 6 partí a Valdivia. Llegué en la noche allá para encontrarme con la Taty, amiga del colegio que estudia allá. En realidad, vive en Niebla, que es un pueblito al borde del mar y a las fladas de los cerros que está a media hora en micro de la ciudad. Vive con la Caty en una pequeña casa de madera incrustrada en el cerro, rodeada de vegetación y con vista al mar, la cual sólo vi al amanecer, antes de acostarnos.Sí, nos acostamos pasado las 8 de la mañana. Nos quedamos cantando, tocando guitarra, bailando, escuchando música conversando y tomando algo, hasta esa hora. Fue algo piola, solo eramos 6 personas: las 2 dueñas de casa, Jurguen (biólogo marino de concepción), Juvi (biologa marina de Iquique), Manolito (agrónomo al igual que la Taty) y yo. A ratos sólo observada sorprendida de lo relajado del ambiente. Así empesó mi estadía en ese lugar.Caty y Manolito

El sábado comenzó a eso de las 11:30, hora en que salimos la Taty y yo con un termo, mate y una manta a comprar sopaipillas para bajar con todo ello a la playa a tomar desayuno allí. Nos subimos a unas rocas y nos sentmaso allí a mirar el mar y conversar.
Al rato nos bajamos y empezamsoa caminar para el otro lado de la playa. En el camino nos encontramos con la Juvi. Llegamos al lugar donde ya no se puede seguir porque el mar había creado un orificio en las rocas, proque donde entraba el agua, llegando hasta el cerro. Pero lado había una pequeña cuevita, producida también por el agua, donde nos sentamos protegiendonos del viento.
El cielo estaba completamente despejado. Fui a la ciudad donde más llueve en Chile y me tocaron sólo días despejados, claro que en la noche hacía mucho frío y amanecía todo congelado.
Después de la mañana en la playa partimos a Valdivia. La Juvi tenía cumpleaños el lunes y lo celebraría el domingo con una fiesta de disfraces y buen curanto al disco. Asique fuimos a hacer las compras para el festejo. Volvimos a dejar las cosas a Niebla, tras comer algo y partimos denuevo a Valdivia ahora a una tocata. Era el lansamiento del grupo en que participan 2 compañeros de casa de la Juvi. Como ellos viven en Nieble toda la comunidad joven del pueblito hiba al evento. Era un pub de combre "clandestino", donde hayq ue tocar la puerta para entrar, pues simula todo el ambiente de clandestinidad, aunque en verdad no lo es. Después de la tocata seguía el carrete, del cual nos retiramos a eso de las 6 de la mañana. En algún minuto entremedio, la Juvi me acompañó a la costanera a subirme a un arbol. Arriba de uno grande que nsoa gautnaba a las dos estuvimos un rato conversando y mirnado la luna. Parecía que conociera de toda al vida a esa chica que apenas había visto por primera vez hace un poco más de 24 horas. Nunca me había pasado que me hicera de una buena amiga tan rápido. Ojalá sigamos en contacto. Ella está postulando para irse el próximo año a hacer un posgrado a México y yo me voy a USA, quien sabe si nos volveremos a ver. Cuando llegamos a Niebla la Taty se encontró con unos amigos en la calle, frente a su casa yse quedó hueviando con ellos. Yo tenái mucho frío asique me fui a acostar. Al día siguiente hiríamos temprano a Los Molinos a comprar mariscos para el curanto, pue sla celebración empezaba a eso de las 5 de la tarde, pensando que era domingo. La Taty estaba muy muerta como para levantarse, asique yo acompañe a la Juvi. Nos fuimos caminando por el camino y nos volvimos por la playa.
Playa de los enamorados, por la cual hayq ue apsar para llegar a Los Molinos

Los Molinos es el pueblo de al lado. Cuando nosostras hibamos saliendo la Caty, Yurguen y la Rosi venían llegando de ir a comprar mariscos. Rosi es una señora amiga de la Caty que recién había llegado esa semana a Valdivia a trabajar como nana en una casa y era su primer fin de semana libre asique habí ido a ver a las chiquillas. Asi fue como a nuestra vuelta nos esperaba el mariscal listo. Comimos algo y partimos a la casa de la Juvi a arreglar las cosas y disfrasarnos.vista desde el patio de la casa de la Juvi al Fuerte, al ponerse el sol.

Habíamos comprando pintura artística, lo cual fue la sensación. Al final todos terminaron pintados. Después de que todos ayudaramsoa cocinar y de pitnar a varias personas, vi el aprtido de la sub 20, junto con un pequeño grupo. Terminó el partido y ya estaba el primer curanto listo. Con todos en el quincho comezó la música. Guitarra, tambores e instrumentos de viento. La música llenaba el pequeño resinto, lleno de gente disfrazada, con la cara pintada y con ánimos de fiesta. Ya había caido la noche y el cielo estaba estrellado. Comenzamos a bailar la ritmo de los tambores, sentía la música y la energía me hiba llenando. En mi cabesa se armaban coreografías artísticas. Me dejé llevar, sólo sentí y baile. Cuando los músicos se cansaron, vino música embasada y seguimos bailandos. Creo que nunca había bailado tanto y nunca había disfrutado tanto el baile. En un minuto miré a la gente y pensé que hasta el viernes a la única persona de allí que conocía era a la Taty. Recién allí me percaté de toda la gente que habaí conocido ese fin de semana e increiblememnte, me sentía tan comoda entre toda esa gente, como si estuviera dodne realmente pertenesco. Esque toda esa gente me acogió desde el primer minuto. Sin saber nada de mi, más que era amiga de la Taty, me abrieron los brasos.
Argentino Malabarista y payaso vecino de Juvi (cuyo nombre no recuerdo), Juvi, Vane y abajo Manolito

A eso de las 3 de la mañana, me cansé de bailar y me fui a dormir.
Al día siguiente fuimos la Juvi, la Taty y yo a Curiñanco a hacer el último curanto. esperando el bus que nos llevaráia Curiñanco

La playa era hermosa y estaab desierta. Acomodamos unas piedras y unos palos, hicimos un hoyo en la arena, buscamos palitos y pajitas e hicimos una fogatita donde cocinamos nuestra comida. Nos tiramos al rededor del fuego mientras el curante se hacía y conversamos mirando el paisaje. Después de comer, desarmamos todo y partimos de vuelta a Niebla, donde me tomé mi último tesito cafesito mirnado el mar, arreglé mis cosas y partía tomar el bus a Valdivia. La Taty y la Juvi me fueron a dejar, allá nos encontramos con Manolito. Me despedí y me subí al bus sintiendo nervios. ¿Qué pasaría ahora al volver a Santiago? Fue un viaje muy corto, pero tan intenso, que algo en mi cambió. El bus partió. Saqué el celular para llamar a mi mamá y decirle que hiba saliendo. Mi madre contestó, miré por la ventana y en la esquina estaban los tres chicos haciéndome señas. Les hice señas de vuelta riéndome hasta que el bus sigió y los dejé de ver. Mi madre entretando me pregutnaba que pasaba, "nada" le dije "esque me estaban haciendo señas de despedida" y de ahí le dijo aquello para lo cual la había llamado. Cuano corté el teléfono ya habáimso salido de Valdivia. Ya hiba de vuelta a Santiago.

1 Comments:

At jueves, 29 octubre, 2009, Anonymous Anónimo said...

Es lo que le pasa a mucha gente que conoce Niebla y su gente, quedan encantados... yo e vivido aca de los 5 años y no lo cambiaria por nada. Felicitaciones por tu relato y ojala algun dia regreses por estos lados

Antonio

 

Publicar un comentario

<< Home