Siguiendo al viento

lunes, febrero 26, 2007

Tercera parte: el regrezo

El domingo en la tarde partía el vuelo de vuelta a Norfolk con escala en Nueva York. El Leo me fue a dejar al aeropuerto y mientras hacíamos la cola para registrarme y que me entregaran el pasaje, nos dijeron que el vuelo estaba retrasado pero que no debía tener problema pues era el mismo avión el que seguía a Norfolk. Asique hasta el momento no tenía de que procuparme y seguí haciendo la cola tranquilamente. Cuando llegué al me´so resultó que la chica que me habái atendido el jueves no me habpai cmabaiod realmente. De hecho, en estricto rigor ellos no podáin cambiar mi vuelo, porque si bien era un pasaje de ellos (Delta Air line) había sido comprado a través de US Airways (otra aerolinea). Sin embargo, arreglaron todo y me pusieron en el vuelo. Entonces agradecí que el avión se hubiera atrasado, pues no se si el tiempo hubiera alcansado para todos esos trámites. Caudnoe stuvo todo arreglado, aún flataba tiempo para enbarcarem (debido al retraso) asique me pude despedir con calma del Leo. Después de la despedida crucé el sector donde está la policía revisando y me hicieorn entrar a una máquina que te tira aire. No se para que sirve y nunca antes me había tocado. Luego busqué mi puerta de embarque y me senté a esperar. Derrepente uno de los tipos de la aerolinea se acerca a unas personas que estaban delante mio y els dice que debido al retraso el vuelo no va a seguir a Norfolk y que les ofresen subirlos a un vuelo que va a Philadelphia donde deberán pasar la ncoeh apra toma run vuelo a Norfolk al otro dái en la mañana. Entonce sme metó yo y les digoq ue también voy a Norfolk y si hay alguna forma de llegar hoy. Obviamente me responden que no. Entonces les pregunto si hay un vueloq ue salga de allí al día siguiente, proqu eno quería pasar otra noche en un aeropuerto y acá si tenía donde dormir. Me dicen que el próximo vuelo en el que me podría ir sale el miércoles. Entonces pregunto si me pueden reembolsar la plata pensando en tomar un bus o algo así al día siguiente, para evitar dormir en el aeropuerto, pues de todas formas llegaría al día siguiente a Virginia Beach y faltaría un día más al trabajo. Van a habalr a US Airways y vuelven con uan respuesta afirmativa. Hago entonce slos trámites del reembolso y busco un taxi para ir volver a la casa donde está viviendo el Lleo, quien obviamente se sorprendió al verme llegar de vuelta, pues juraba que yo ya hiba viajando. Luego de dar las explicacioens correspondientes me me´ti a internet a ver las opciones de viaje. Compré pasajes en bus par anueva York y de ahí a Virginia Beach. Era la mejor opción. Aique dormí una noche más allá y al dái siguiente tras desayunar partí a la estación de buses. Nueva despedida y emprendí finalmente el viaje de vuelta. En Albany debía cambiarme de Bus y esa estación era un colapso. Había que hacer filas en las puertas de embarque de cada dirección y las colas se enredaban, contaba distinguir una de la otra. Solo se veía un tumulto de gente. Logré encontrar mi fila y alcancé a entrar justo al bus. Sólo entraron como 4 personas más al bus despues de mi. Pensé entonces que todo estaba listo, pero en la carretera había mucho tráfico y empecé a temer que se retrasara y no llegara a tiempo para tomar el próximo. Justamente fue eso lo que ocurrió. Pero no solo el bus se atrasó, luego la maquinita para comprar boletos del metro no me aqceptaba la tarejta y tampoco la plata. Después de varios intentos, finalmente pude comprar un boleto y entrar al metro. Debía tomar el metro apra llegar al barrio chino de donde salía el otro bus. El bus salía las 5 y llegué a las 5:15. Traté de subirme a otro pero no función. Me había quedado en Nueva York y debería pasar la noche allí. Primero me empecé a desesperar y me dieorn ganas de llorar, esto no podía ser. Pero no llegué a llorar, me di ánimo y pensé en que hacer. Por lo menos ya conoc+ia esa ciuda dy algo me manejaba allí. Conocía uan buena hostal en alq ue me habái quedado la vez anterior, pero no em acordaba exactamente donde quedaba. Llamé entonces al Leo y el pedí la dirección exacta. Con eso me podái hubicar en el mapa del metro y así lo hice. Caché que lineas tenái que tomar para llegar a la hostal y bajé a tomar el metro. Obviamente las lineas que necesitaba no estabn funcionando. En el metro de nueva York siempre hay cambios, eso es lo que lo hace tan enrredado. No te puedes simplemente guiar por los planos, porque siempre hay cambios. Po rla estación donde yo estaba pasaban 2 line sy 1 de esas me servía para llegar a la hostal. Pasó la que no me servía y cuando uan señora del emtro me ve que no em subo me dice que el otro tren no está pasando asique que em suba aeste. Me subí y adnetro miré si se topaba con la otra linea que em llevaba al hostal en alguan parte. En la próxima estación podía tomar la otra linea, asique me bajé allí. El tren que yo espero no pasa y veo a unos policías, asique voy donde ellos y le spregunto. me dicen que en efecto esa linea tampoco está funcionando ese día y me pregutna a donde voy. Les doy el nombre de la estación y me dicen que toma la linea A para llegar allí. Así lo hago y gracias alos policías pude llegar a mi destino.
Registro en la hostal, me dan las llaves y voy a la pieza. Obviamente, la llave tenía una mañana y me costó abrir la puerta. En la pieza había una japonesa, uan señora que había ido a NY por unos tratamientos contra el cancer. Una australiana que trabajaba en Tokio y una estadounidense que había ido a una netrevista de trabajo a NY. Las australiana y la estadounidense hiban a salir a un bar y me invitaron. Lo pense´por un instante y me dije: "ya que estoy acá aprovechemos" asique partí con ellas. No sabáin en realidad a donde ir, pero la japonesa (que parecía saberse todos los datos de NY) le dijo donde podái encontrar un bar por allí cerca. Caminamos hasta el sector donde nos dijo la japonesa y comenzamos a buscar uno. Vimos un par de luagres pero no nos tincaron y la estadounidense dijoq ue habái visto uno serca de dodne nosotros estábamos, asique decidimos emprender el cmaino de vuelta e ir a ese. Justo entonces encontramos uno que sí nos tincó y entramos. Nos sentamos en la barra, yo pedí una cerveza mientras las otras 2 pidieron vino. La verdad es que el vino de acá no es muy bueno asique prefiero pedir cerveza antes que vino, después de todo estoy acostumbrada a los vinos de Chile que son arto mejores. Nos pusimos a conversar en tonces. Por primera vez estoy en un grupo donde nadie sabe español, de hecho mis 2 interlocutoras tienen el inglés como lengua madre. Entonces descubrí que mi inglés está bastante bien, pues no tuve problema en entablar conversación con ellas. Al rato el tipo de la barra nos pregunta de donde nos conocemos y le contamos que sólo porque somos compañeras de pieza en la hostal donde nos estamos quedando. Responde con un "haaaa" que da muestran de que todo le hace sentido. Supongo que nuestra conversación debe haber sido un tanto extraña. La estadounidense se rajó con algo para comer y pedimos un segundo trago. Terminado eso emprendimos el regreso a la hostal, pero en el camino a la australiana le vino un antojo de comer algo con chocolate y obviametne nso pegó el antojo a todas. Pasamos entonces al minimarket que hay frente a la hostal a comrpar algo y nos fuimos a la sala de estar a terminar la noche. Después de eso nos fuimos a acostar.
El bus del día siguiente salía alas 5 d ela tarde asique quice aprovechar el día para recorrer todo el sector del Centras Park que no había alcansado a conocer la vez pasada y quisas alcansara a sacarel fotos los lugares que no pude antes porque se le acabaron las pilas a mi cámara. La japonesa le dio a al australiana ya ala estadounidense una picada donde se comía bien y barato. las tres se hiban a juntar allí a almorzar y me invitaron pero les dije que no sabía si llegaría porque quería recorrer el parque. Igual me dieron las indicacioens de como llegar, por si a caso. la joponesa me regaló unas mini donas y un paquete de carbitas apra el viaje, pues dijoq eu me hiba a dar hambre. Todos fueron muy simpáticos con migo de hecho. Me despedí de ellas y partí al parque que estaba prácticamente al lado de la hostal. Entré bastante cerca de la entrada del aldo de arriba y decidí ir bajando hasta llegar a donde había estado antes, pero como todos los caminos son circulares y hay muchos caminos, derrepente me encontré en la entrada de el lado de arriba. Realemnte ese lugar puede ser un laberinto. Despues de eso decidí seguir el mapa y así logré recorrerlo entero. Estaba cubierto de nieve, lo cual le daba una belleza distinta a la que le habaí encontrado la vez anterior, pero seguía siendo hermoso. Es increible lo enorme que es y todo lo que hay dentro de él. Descubrí 1 castillos,
vista desde el castillo

2 canchas de patinaje, un teatro de marionetas, canchas de múltiples deportes, varias plazas con juegos infantiles, varias lagunas y un lago todos congelados,
un puente sobre una parte angosta de un lago

varios riachuelos (con patos incluidos) que producían algunas cansadas, cerros boscosos que contrastaban con un jardín perfectito como los que hay alrrededor de los castillos europeos . También hay una casa del ajedrés que ya había visitado antes,una especie de escenario al que le llaman "the mall" y una parte con estatuas de autores literarios a la que le llaman "el paseo literario".

el escritor y su ardilla negra

tarzán en la ciudad

el poeta romántico

Walter Scott y su perro


columbus

el escritor antiguo tipo Shakespeare

Salí del parque por la entrada de abajo y caminé por la calle de las américas donde están los escudos de los distintos paises. Obviamente no podía falatar el de Chile.
Pasé a compara algo para comer a una "pahrmací" que es una mescla entre supermercado y farmacia y seguí en direción a uane stación de metro donde podía tomar la linea que llegaba al bario chino yq ue yo sabái ya que estab funcionando. Lleguéa la estación del bus arto antes, porque no pensaba en quedarem abajo denuevo por ningún motivo. Asique tuve que esperar un buen rato allí, pero finalemten tomé el bus y logré llegar de vuelta a mi hogar en Virginia Beach a eso de las 12 de la noches.
Al día siguiente fui a trabjar a las 9 de la mañana. Volví así a vida por estos lares, pero no por mucho tiempo. Hablé en Hardee's y solo trabajaré hasta el 8 de marzo. El nueve tomo nuevamente un vuelo rumbo a Albany (esperemos que esta vez tenga un viaje menos anecdótico). Estaré un par de semana en Schenectady y de ahí emprendo el vuelo rumbo a Miami. Así comienza el fin de mi viaje por los Estados y después de todo, el tiempo se ha pasado volando.