La teleserie de Hardee's
Ayer debería haber tomado un vuelo a Schenectady, pues hace 2 semanas había hablado con la manager a cargo del local donde trabajo y le había dicho que trabajaba hasta el 8. Ok, dijo ella. Entonces compré el apsaje para el 9 (ayer) y empecé a planificar mis viajes. Todo hiba bein ahsta el veirnes recién pasado. Álvaro y y la Val habían habaldo 18 de febrero para irse el recién pasado lunes 5 de marzo a lo que la señora Debora también respondió con un Ok. Como la fecha se acercaba y el local no tenía remplazo para nosotrs, nos empezaron a poner problemas. El viernes 2 le dice a la Val que la señora Mitzi habái llamao y dichoq ue no nos podíamos ir antes. La señora Mitzi es un persona que nos mandó un e-mail cuando aún estábamos en Chile diciéndonos cual sería nuestro uniforme, cómo sería nuestra comida y que alguien nos iría a buscar a nuestro punto de llegada más cercano; ninguna de las cosas que decía ese e-mail se hizo realidad y cuando recién llegamos a Chile tratamos de contactarla, pero nunca obtuvimos respuesta a nuestros e-mails. Ahora habái aparecido esta señora, como por arte de magia. Nuestra querida manager nos dice que tenemos que habalr con Mitzi. Le pedimos llamarla desde el local, porque cuando al tratamos de contactar nosotros nunca nos respondió. Nuevamente la señora no contesta. Decidimos llamar a CHI, la organización responsable de nosotros acá en USA. Gracias a Keyla, la brasilera que trabaja con nosotros, sabemos que Teresa es la persona encargada de nuestra zona dentro de CHI. Tratamos de contactarla a ella, pero ya estábamos fuera del horario de atención de CHI y se venía el fin de semana. Recién el lunes podríamos contactarla. El lunes la señora Debora le dice a la Val que si CHI no tiene problemas con que nos vayamos nos podemos ir. Luego de muchos intentos fallidos, logramos comunicarnos con la señora Teresa y ella nos dice que si el local nos dio la autorización nos podemos ir. Le pedimos que llame a nuestra jefa, pero ella ya se habaí ido de Hardee's. Asique le dejaron una nota pidiendo que llamara de vuelta. Dadas las circunstancia los chiquillos no fueron a trabajar al día siguiente. Cuando llegué yo la Señora me dice que había hablado con Teresa y que no nos podíamos ir y que si los chicos no hiban a trabajar tendrían que pagar 200 dolares en la aduana. Todo eso me parecía muy extraño, pero dijo que tenía el número de Teresa y que estaba esperando que llegáramos para llamarla, asique me puse a llaamrla. Estuve media hora ocupando tanto el número que ella tenía, como el que yo tenía y no me pude contactar con ella. Entré a trabajar entonces y al rato me llama la Ginger a la oficina y me pasa el teléfono, donde estaba la señora Mitzi. Hbalé con ella y le dije que el problema era qu enosotros habáimso habaldo con la Devora 2 semánas atrás y ella nos había dicho que sí, pero ahora nso decían que no y nosotros ya teníamos pasajes comprados. Cuando le digo eso pide habalr con la Ginger denuevo quien había peusto el grito en elscielo cuanod yo dije eso y llamó imediatamente a la Dévora para prgeutnarle si era cierto. Obviamente la señora lo negó, dijoq ue nosotros le hbaáismo dicho que ese era nuestro último día de trabajo según contrato. Entonces, cuando la Mitzi le preguntó ala Ginger siera cierto, ella dijo que no sabía, que le había preguntado a la Devora y ella decía que no era así. Antes de irme la Ginegr em dice que había habaldo con la Mitzi, quien había hablado con Chi y que si los chicos no hiban a trabajar mañana les hiban a quitar la visa. Les conté a los chiquillos y le mandamso un e-mail a Otec (la empresa por al cual nos vinimos desde Chile). Como ya era tarde acordamos llamar a Tereza al otro día en la mañana. A la mañana siguiente teníamos una respuesta de Otec diciendonos que nosotros habíamos hecho todo bien, que no nos preocupáramos y que no teníamos que volver a trabajar. Llamamos a Tereza y ella nos dice que no había habaldo con Devora aún, pero que si la empresa aún nos necesita debíamos seguir trabajando, loc ual no nso parecía justo la verdad. Teníamso el apoyo de Otec para irnos, quien habían quedado de hablar, asique decidimos ir a Hardee's para informarles que habíamos habaldo con Otec, quien nso apoyaban y que no volvíamos a trabajar. Sin mebagro, cuando llegamos nuestra jefa nos dice que Tereza viene en camino, asique que la esperáramos para solucioanr el problema. Lo hicimos y yo mientras tanto entré a trabajar. Ya estábamos a miércoles y yo habái habaldo el 22 de febrero apra dejar de trabajar jueves, por lo tanto sólo em quedaban 2 dáis de trabajo. La señora Tereza se demoró en llegar y pero finalmetne apareció. Habló con la Val y Álvaro mientras yo trabaja y luego nos sentamos en una mesa los 5. Tereza hizo de juez, en la disputa, donde claramente habáin versiones contradictorias, pues la nuestra jefecita desmintió muchas cosas. La sentencia final fue que había habido un mal entendido ayudado por las diferencias culturales, pues cuando alguien dice "ok" acá no siempre significa sí. Por lo tanto no había sufientes razones para dejarnos ir antes y si nos hibamso antes nos quitarían la visa. Pero dadas las circuntancias, le pedían la señora dévora que por favo nos dejara irnos unos dáis antes y ella se comprometió a revizar los horarios y responder mañana cuando nos podíamos ir. Los chiquillos no agauntaron más y se quebraron casi al final de la converzación. Hiban a tener que volver a trabajar a ese luagr despue´s de todo lo que había pasado, no era justo. Entonces, cuando nuestra jefa se paró y se fue le dijimos a la Tereza que ma´s allá de que pudier ahaber habido un mal entendio, es eluagr era un desastre y que no aguantábamso allí y que no queríamos que nadie más fuera a ese lugar y nos dijo que hiba a tratar de sacarnos lo antes posible de allí. Nos preguntó si le podiamso mandar un emal doen contáramso por escrito todas las cosas que pasaban en ese lugar y dijo que hiba habalr con Mitzi al respecto. Se mostró tan compensiva y compasiva, que no creímos que nos pudiera esatar cagando. Yo quedé dentro de todo tranquila, de que por lo menos algo bueno fuera a salir de todo esto, aunque no pudiera irme en la fecha en que esperaba. Antes de irse, al señora D'évora se acerca a mi em dice que hiba hacer todo lo posible para que no perdiera ninguno de los dos pasajes y que ya había habaldo con la Ginger sobre eso. Entonces quedé desconcertada, sería verdad o no, porqué se hiba a acercar ella a mi a decirme uan ,mentira como eso, sinq ue yo le rpeguntara nada. Pero por otro lado, proqué hiba a tener esa deferencia conmigo. Se habría una pequeña esperanza de aún poder tomar el vuelo del viernes, asique decidí no cancelar el vuelo ni nada hasta el día siguiente, aferrándome a esa remota opción, aún creyendo que la señora podía no ser tan mala. Llegó el jueves y cuando le pregunto si había visto ya cuando nos podíamos ir, me contesta que yo recién el 15 de marzo, ahí se morían als esperanza. Puce mi cabeza funcioanr imediatament epar aver que podía hacer. Había quedado de ir el viernes a uan clase de español. Las semanas de Jardies temrina el lunes y empiezan el martes. Yo tenía el lunes y el viernes libre, asique si trabajaba sólo hasa el final de la semana y corría el viernes para el domingo podría ir. Le plantié esa opción y me dijo que tenía que ver como funcionaban las personas nuevas que estaban contratando, para contestarme si podía trabajar sólo hasta el final de esta semana y que con respecto a cambiar el viernes por el domigno lo vería a la vuelta, pues hiba saliendo y volvía. Nunca optuve la respuesta del cambio de día libre. Llamé el mismo viernes en la mañan para preguntarle si hiba o no, pero era su día libre también asique no estaba. Con respecto a los chiquillos, estaba viendo si se podía traer unas personas de otro Hardee's y eso lo sabría ese mismo día y allí podría contestar por ellos. Tendríamos que seguir esperando.
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