¿Puedo hablar?

Definitivamente, me agarró el resfrío, pero pasó de dolor de garganta a mucosidad, por lo que debe estar en su ciclo final. Tomando en cuenta mi estado de salud, ayer decidí no ir a karate y en cambio fui a ver un documental "¿Puedo hablar?". Está hecho por 4 chicos estadounidenses que salieron hace poquito del college. Después de graduarse se fueron a vivir con sus papás para ahorrar plata y trabajaron en doble turno durante 6 meses. Al cabo de este tiempo tenían el dinero necesario para ir a Venezuela a filmar este documental. Estuvieron 3 meses grabando y volvieron a Los Estados Unidos a editar el film. Empezaron a mandar e-mails a colleges, a distintos departamentos para hacer una gira por varios de ellos. El chico que estuvo anoche con nosotros nos contaba que mandaba como 200 o 300 e-mails diarios y solo 3 o 4 le respondían. Sin embargo, lograron juntar 82 colleges por los cuales estan haciendo la gira ahora.
El documental abarca el periodo previo a las elecciones de diciembre donde salió re-electo Chavez, hasta el día de la misma elección. Entrevistan a distintos tipos de personas, desde indígenas y pobladores pobles de Caracas, hasta el mismo Rosales; pero abarcando todos los espectros políticos. De esta forma logran dar una vición panorámica de la cituación en Venezuela y mostrar la polarización que existe y como también hay gente que no cabe dentro de esa dicotomía: dios-diablo, o estás con migo o estas con ellos. La gracia de la película, creo que recide en que: te muestra la complejidad de lo que sucede y te hace entender, desde esa complejidad; porqué Chavez sigue democráticamente en el poder, así como porqué han un gran grupo que quiere que eso termine. Creo firmemente, que el simplificar las cosas para explicarlas, es el peor error que se puede cometer, pues terminas explicando caulquier cosas menos lo que en verdad ocurre. La realidad es compleja, en ello recide su riqueza. No hay buenos y malos; hay distintas realidades dependiendo el punto de vista, de la información que uno tiene, de los efectos que los sucesos tienen sobre uno, de los valores que le han sido inculcados, etc. Aceptemos de una vez por todas que 2+2 no siempre es 4.