Un 18 lejos de Chile, haciendo clases

Por primera vez pasé el 18 de septiembre fuera de Chile. Traté de celebrarlo de alguna forma. Me puse una bandera chilena como prendedor, me vestí de blanco, azul y rojo y escuché música chilena. Le conté a mi alumnos, a mis compañeros de casa y a mis amigos que era el día de Chile. Además todos están invitados a la celebración que haremos el sábado acá en la casa. Mientras tanto, debía seguir con mis obligaciones.
El lunes recibí mis primeras notas. Acá la tabla va de 50 a 100 o de F a A con c- y c+, b- y b+ y a-. Obviamente tenía miedo de que no me fuera tan bien, sobretodo conciderano als dificultades del idioma, pero me saqué un 85, un 95 y un 98; asique parece que el esfuerzo vale al pena :), porque la verdad cansa hablar, leer, escirbir y todo el rato en iglés.
Ayer martes empecé a hacer la segunda sesión del laboratorio de español. La clase que hago es en realdiad un laboratorio, porque es para que practiquen, los tengo que hacer hablar y escribir. Tenía el desafío de lograr que los grupos del marte se relajaran más. Con el primer grupo lo logré, costó, pero terminaron la clase más relajados. Con el segudno grupo no me fue tan bien. hay 2 chicas que si se relajaron más, pero hay una chica con la que no hay caso. Tengo una alumna que la primera clase dijo, dentro de un ejercicio, que no el gsutaba el español. Yo le pregunté porqué entonces había tomado la clase y me dijo que en relaidad le costaba. Entonces le expliqué la diferencia de las palabras en español pensando que había cometido un error al decir que no le gustaba. Ayer estabamos viendo als conjugacioens de varios verbos y tenía que repetir. Ella fue la única que no lo hizo. Estaba la conjugación proyectada, por lo cual la podía leer y sólo las tenía que decri en voz alta. Los huevié arto, en buena, para que lo hicieran, porque las más tímidas tendían a quedarse calladas, pero con esa chica no hubo caso. Después de esta segudna clase creo que en verdad ella no quiere aprender español y sigo sin entender porqué tomo el curso. El enseñar, pues, mostró esta vez sus dos caras. La frustración que viene de casos como ese y la satisfacción y alegría de cuando logras que los alumnos participen y entren en la clase.